martes, 1 de diciembre de 2015

Crítica: Bone Tomahawk (2015)


Debut tras la cámara de S. Craig Zahler, quien además es el escritor del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de octubre, aunque no hay información sobre si llegará a otros mercados o sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Después de que un bandido guiara a un grupo de trogloditas caníbales al pacifico pueblo de Bright Hope, estos lo secuestran junto con un par de personas importantes para la comunidad. Sabiendo su locación, un pequeño grupo de búsqueda que incluye al propio sheriff (Kurt Russell) y a su anciano ayudante (Richard Jenkins) iniciará un viaje por el desierto para llegar a los territorios oscuros donde estas salvajes bestias habitan.



Comentarios generales:

Mezclar géneros que usualmente no tienen muchas conexiones siempre será algo interesante debido a que los resultados pueden variar de manera extrema: si es bien manejado será algo único, pero si no, es posible que nos encontremos ante una atrocidad como pocas. En el caso de Bone Tomahawk las cosas pintaban bien al ser descrita como un western de terror y por los nombres involucrados (Russell, Jenkins, Wilson, Haig, Arquette) sus probabilidades de éxito eran considerables; sin embargo, a pesar de que se trata de un experimento aceptable con más pros que contras, si es un trabajo que retará la paciencia de los fans como pocos en años recientes.

Esto porque Craig Zahler toma mucho más en serio el camino del western y en base a este es como construye un primer acto carente de grandes emociones, donde si te da una muy breve dosis de violencia pero cuya meta principal es hacerte sentir apego por un pueblo que cuenta con unos habitantes que son de todo, menos normales. Lo cual da paso a un desarrollo bastante lento que determina de manera contundente el ritmo con el que tendrás que lidiar durante más de dos horas y al inicio de una expedición muy peculiar debido al estado físico de los involucrados, la cual además sirve como el medio perfecto para ir conociéndolos más allá de sus estereotipos y poder deleitarse de cierta forma con las tomas en exteriores.

El problema llega cuando te das cuenta que el director no parece tener ninguna prisa por cambiar el rumbo de las cosas, ya que pesar de que avanzan los minutos de manera considerable, esto sigue siendo un simple western en el que lo único ligeramente tenso son algunos encuentros nocturnos con animales, mexicanos o bandidos que solo sirven para crear pequeños conflictos o hacerles el viaje mucho más largo y complicado. Algo que no estaría mal si esta película no estuviera catalogada en parte como una de terror, pero este no es el caso y gracias a eso llega a un punto en donde se vuelve bastante aburrida e incluso repetitiva; al grado de que por momentos me puse a cuestionar seriamente sobre si lograba llenar los requisitos suficientes como para realizar una crítica.

Requisitos que se cumplen en los últimos 30 minutos, que son por mucho los más violentos y emocionantes. No solo porque es finalmente la parte en donde los caníbales hacen acto de presencia por medio de actos brutales, sino porque además la manera en la que se maneja el conflicto es distinta a como lo esperas; dejando la responsabilidad al individuo menos probable para así poner en duda el ya de por sí complicado éxito de la misión.

La película está bien actuada, con Russell y Wilson realizando un buen trabajo, pero sin duda es Richard Jenkins quien se lleva todos los reflectores con su sublime actuación; en especial porque logra que un personaje que de inicio parecía totalmente desechable termine siendo uno entrañable al cual simplemente no quieres ver que le ocurra algo grave. La producción es de muy buen nivel: el trabajo de fotografía es impecable, la dirección de arte cumple, tiene un buen sonido, score sólido y la labor de efectos/maquillaje está bien lograda; sobre todo en la parte final con un par de momentos de impacto.

Opinión final: Bone Tomahawk es un buen western, pero como película de terror me pareció a lo mucho aceptable. Sin duda su limitada dosis de terror generará muchas opiniones divididas.

Ojometro:
***